
Explora mi esencia

ADRIÁN PRADO
Homeópata de profesión
pero chocheador de corazón
​
No nací homeópata… pero sí con la necesidad de entender lo que duele.
Durante años trabajé en oficinas, en estructuras, en lo correcto. Coordinaba equipos, diseñaba estrategias, cumplía metas… pero por dentro sentía que algo no encajaba. La vida me estaba empujando hacia otro lado, uno donde pudiera escuchar más, mirar más profundo, acompañar de verdad.
Y ahí fue cuando la homeopatía me encontró —o quizá fui yo quien por fin se dejó encontrar—. No como una alternativa, sino como una respuesta.
Desde entonces, mi vida cambió. No solo cambié de profesión. Cambié de piel, de mirada, de misión. Porque descubrí que curar no es quitar síntomas, es sanar historias. Y que los chochos, bien dados, pueden llegar a donde ni el mejor consejo ni la mejor pastilla han podido entrar.
¿Qué hago hoy?
Hoy me dedico a ejercer la homeopatía como un método clínico y profundo de curación con enfoque unicista, enseñando, divulgando y aplicando la homeopatía como lo hacía Hahnemann: con rigor, con coherencia y con humanidad.
No vendo placebos ni promesas mágicas.
Doy lo que la gente realmente necesita: escucha profunda, análisis clínico, y medicamentos que impactan todas las esferas del ser.
¿Qué me hace diferente?
-
No creo en la homeopatía por fe, la he estudiado y comprobado.
-
No mezclo medicamentos al azar, trabajo con uno solo que abarque toda tu historia.
-
No soy ni chamán, ni gurú, ni influencer de frases vacías. Soy un homeópata clínico que también sabe reírse de los mitos, los charlatanes… y hasta de mí mismo.
¿Qué he construido?
-
Dirijo un diplomado completo en homeopatía clínica y emocional.
-
Doy consulta particular desde un enfoque integral y con seguimiento comprometido.
-
He creado cursos, materiales, manuales y clases que enseñan homeopatía de verdad, sin choro.
-
Conduzco el podcast “Chocheando y Aprendiendo”, donde hablo sin censura de todo lo que nos enferma… y todo lo que sí nos puede curar.
¿Qué busco?
-
Ayudar a que más personas descubran que curarse no es solo dejar de sentir algo, sino dejar de cargar con lo que duele.
-
Que el síntoma no es el enemigo, sino el aviso.
-
Que la homeopatía puede sanar incluso lo que uno creía perdido.
¿Y por qué “Chocheador de corazón”?
-
Porque me enamoré de los chochos.
-
Porque me curaron cuando nada más lo hacía.
-
Porque he visto vidas cambiar con una sola toma.
-
Y porque sí, me gusta hacerle honor al medicamento… pero también al paciente, a su historia, a sus monstruos y a su poder de sanar.




