Demasiada teoría, poca acción: cuando entender las emociones no es lo mismo que sentirlas
- Adrian Prado
- 8 jul
- 2 Min. de lectura
Vivimos en una época donde todo se teoriza. Si te duele la garganta, te dicen que es porque no expresas lo que sientes. Si tienes gastritis, que traes enojo acumulado. Si te duelen las rodillas, que no avanzas en la vida. Y ojo, no está mal buscarle sentido a lo que sentimos... pero otra cosa muy distinta es quedarnos sólo en la explicación.

Entre la biodescodificación y el control emocional excesivo
Cada vez más personas llegan a consulta con el discurso aprendido: "Antes me enojaba mucho, pero ahora ya no, porque entendí que el enojo me enferma". Y uno piensa: "Ajá... pero por dentro te estás tragando una tormenta". Porque no es lo mismo reprimir que sanar.
Saber que una emoción tiene impacto en tu cuerpo es útil, claro. Pero si solo lo usas para evitar sentir lo que ya está ahí, lo único que haces es tapar el volcán con una tapita de refresco.
La teoría no es el camino, es el mapa
Conocer el origen emocional de un síntoma puede ser un gran punto de partida, pero no es la meta. El cuerpo necesita sentir, liberar, llorar, enojarse, sacudirse. No necesitas explicar cada cosa que te pasa como si fueras terapeuta de ti mismo. A veces solo necesitas sentirte y dejarte acompañar.
La homeopatía también ve eso que no dices
Y aquí es donde entra lo que muchos no ven: la homeopatía no necesita que entiendas todo, necesita que seas tú. No te va a pedir un ensayo sobre tu herida infantil, pero sí va a notar cuando hablas con la voz apretada, o cuando sonríes con los ojos llorosos.
El medicamento homeopático no actúa sobre la mente racional, actúa sobre el todo. Sobre tu cuerpo que aguanta, tu corazón que calla y tus emociones que se camuflan bajo teorías bonitas.
Conclusión: sentir no es debilidad, es medicina
Si te diste cuenta de por qué te enojas, perfecto. Pero ahora toca enojarte de verdad, dejar que salga, entender cómo lo vive tu cuerpo. Solo así lo transformas. Porque entender sin sentir, es como leer una receta y no cocinarla nunca.
Cuéntame, ¿también has caído en la trampa de teorizarlo todo? Te leo en los comentarios.
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